29 jun 2009

Bañadores acorazados

Domingo. Mediados de Julio. 07:35 hrs. Los Santos de Maimona, provincia de Badajoz. Cuarenta y dos almas suben a un autobús fletado por el Hogar del Pensionista.
10:45 hrs. Punta Umbría, provincia de Huelva. Cuarenta y un almas bajan de un autobús. El alma cuarenta y dos bajó a orinar en Calzadilla de los Barros y se quedó en tierra.
Todas ellas transportan sombrilla, silla de playa y nevera de plástico comprada en el chino que ha abierto negocio en la Carrera Chica. Las neveras contienen, en su mayoría, botellas de cerveza Cruzcampo (2 litros), una barra de pan cortada en dos llevando en su interior chorizo de la sierra con Tulipán o chopped pork del que tiene aceitunas por medio, dependiendo del nivel económico de cada uno. En un arranque de exotismo, una de las neveras contiene un picadillo de atún que no llegará a ser consumido. Caerá por accidente sobre la arena a las 14:57 hrs, derramando los tres cuartos de litro de aceite que contiene.
Las almas 37 y 38 son dos viudas de 65 y 67 años respectivamente. La señora Juani y la señora Rosario hacen dos escapadas a la playa durante el verano, una en Julio y otra a principios de Septiembre, justo antes de las fiestas de Nuestra Señora de la Estrella. Para ello adquirieron sendos bañadores idénticos en Badajoz capital, cuando tuvieron que ir al médico del corazón en el año 2003.
La señora Juani y la señora Rosario cosen en casa. De un retal que adquirieron en el mercado de los jueves confeccionaron dos vestidos sin manga en tonos de gris estampado, porque ahora están de alivio tras diez años de luto riguroso. Los maridos de la señora Juani y la señora Rosario murieron trágicamente el mismo día. El Pedro cayó a una fosa séptica que estaba limpiando y el Antonio se tiró a salvarlo, falleciendo ambos por falta de oxígeno.
La señora Juani y la señora Rosario establecen campamento en la orilla, totalmente ajenas al movimiento de las mareas. Con sus vestidos de tirantes se acercan a mojarse los pies. Una ola rompe en ese preciso instante, mojándoles los vestidos. Ellas los levantan hasta la cintura, dejando a la vista idénticos bañadores negros acorazados que dejan también a la vista las bragas de cuello vuelto que la señora Juani y la señora Rosario no se quitan jamás, porque ellas son dos señoras decentes.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Me parto! Porfa, sigue así...
Maritú...

R. A. dijo...

Me parece estarlas viendo a las dos.
Genial

bel dijo...

Me ha encantado.

Daniel Pérez dijo...

A mi tb me ha gustado Mucho W.