1 nov 2019

Una cateta en Miami e Islas Caimán (Día 9)

Sobre las seis de la mañana me despertó un motor dentro de la habitación. Jeanne roncando en la cama de al lado. Había sido advertida del problema. Sin embargo, hasta hoy no había dado la cara. 
Ayer, cuando volvíamos caminando por los jardines de la urbanización, nos encontramos de frente con un bicharraco enorme. Imaginad que vais charlando tranquilamente por una zona en semioscuridad y se os atraviesa en el camino un centollo caminando de lado. A mí los centollos que me los pongan cocidos en un plato, no dando sustos por la calle.
En ese momento lo que se te viene a la cabeza es que te va a saltar encima para arrancarte la nariz o que va a salir corriendo despavorido en dirección contraria. Pero no, tratándose de un centollo caribeño, huyó de lado sin perdernos de vista.
A las siete y media nos estábamos preparando un desayuno de huevos fritos para darnos energía.
A las nueve menos cuarto ya estábamos en el Marriott para asistir al segundo día de conferencia.
El sujeto que parece un motorista de los Ángeles del Infierno es el técnico de sonido de la sala, el hombre más odiado durante el día de ayer porque la cagó de manera tremenda al proyectar un par de vídeos en la sesión de la tarde.
Cada vez que le contaba a alguien que venía a las Islas Caimán, el comentario no era que Seven Mile Beachestá considerada como lamejor playa del Caribe, no. Todo el mundo, absolutamente todo el mundo me preguntaba si venía a esconder los ahorros o me animaba aabrirme una cuenta en un banco local. Es el alma gitana de losespañoles. No podemos evitarlo.
Vanessa, presidente de WISTA Canadá repartió caramelos de sirope de arce como si fuera su cumple. Vanessa es súper patriótica. Lo mismo se presenta con un chándal del equipo nacional que viene vestida de blanco y rojo. El martes nos enseñó en la playa el tatuaje con la hoja de arce que lleva en el hombro. 
Mientras en la playa disfrutaban de una temperatura estupenda, nosotras pasamos el día una sala iluminada con luz eléctrica a 22 grados.
De los paneles y las charlas de todo el día, mi favorita fue la de Sue, adaptando sus habilidades negociadoras al mundo de los negocios. Tuvo lugar justo después de la comida bufet. A pesar de la hora fatídica en la que todo el mundo se queda medio dormido, mantuvo nuestra atención sin ninguna dificultad. Desde el año pasado da clases en Oxford sobre la materia.
Esta mañana, cuando estaba repasando sus notas en los jardines del hotel, levantó la vista y se encontró con una iguana subida a la mesa para robarle la piel del plátano que se estaba comiendo. Le sacó una foto y nos la mandó al grupo de Whatsapp con los siguientes comentarios, uno detrás de otro: “Estoy petrificada. Acabo de espantarla con mi Louis Vuitton.” 
En el brevísimo descanso que hicimos a las cuatro de la tarde, degusté otros dos deliciosos scones y un par de bombones, que hoy es Halloween y hay que darse un capricho.
Las últimas charlas de la tarde fueron cuatro diferentes, a elegir una. Me perdí la mitad de la mía porque me pilló por banda la ex presidente de WISTA Nigeria, quien me tuvo de pie escuchando un rollo más de 20 minutos. 
A las siete de la tarde comenzó una barbacoa informal en la zona de playa del hotel. Nos presentamos todas en chanclas y la mayoría en pantalón corto. Hacía bastante calor, así que tan pronto terminamos de comer nos metimos dentro del hotel a disfrutar del aire acondicionado. 
Después de un año hoy hemos vuelto a reunirnos las miembros del grupo de Whatsapp internacional. Somos siete de seis países diferentes. Nos sacamos una foto conmemorativa.
En el bar del hotel actuó un grupo flamenco, con tablao incluido. Con lo poco que me gusta a mí el flamenco y tener que venir a Grand Cayman a aguantarlo.
A las diez y media dimos por concluida la jornada.
Regresé sola al apartamento cruzando por el murete que separa las dos propiedades. Todas las hojas caídas de los árboles me parecían bichos sospechosos en la semioscuridad.
Jeanne estaba trabajando en la salida, mientras que Karin y Elisa ya dormían.
Buenas noches desde Grand Cayman.









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