Ayer la presidente de WISTA Cayman bromeaba sobre esto, ya que las playas están perfectamente limpias. Le dijo a Carleen, la organizadora, que podían levantarse un poco antes para desperdigar algo de basura por el camino y así darle vidilla al paseo.
La ropa que lavamos ayer por la mañana y tendimos en la terraza seguía aún húmeda. Tuvimos que meter el tendedero dentro del apartamento para terminar de secarla. Ahora entiendo por qué hay una secadora encima de la lavadora.
A las nueve menos cuarto pasé al Marriott para asistir a la reunión de presidentes de países WISTA en nombre de la presidente de WISTA Spain. Esta vez soy la única representante de nuestro país.
¿Qué tienen que ver las Islas Caimán con el sector marítimo? Es una de las principales banderas de registro de conveniencia para grandes yates y buques mercantes. Todos los barcos tienen que estar abanderados en algún país. Las banderas de convenienciase utilizan para pagar menos impuestos y para estar sujetos a una normativa algo menos estricta.
Durante la mañana, con asistencia de una representante por cada país, nos sentamos por orden alfabético. A mí me tocó junto a Linda de Suecia. Linda es oficial a bordo de un buque rompehielos.
A las doce paramos para comer con todas las miembros presentes en el bufet del hotel.
La sesión de la tarde comenzó a la una, con presencia de unas 200 delegadas venidas de 35 países.
Este año ha sido una caja de pastillas de naranja y menta. WISTA Turquía se ha unido a la tradición regalándonos unas pulseras muy monas.
En la merendola ofrecían scones con crema y mermelada de fresa. Cayeron dos. He perdido la cuenta de los años que hace que no comía uno.
A las cinco y cuarto de la tarde finalizamos la jornada de trabajo.
Ya se había puesto el sol cuando cruzamos al hotel para tomar el autobús que nos llevaría a un restaurante junto al mar. Después de escuchar interminables discursos pudimos comer algo en un bufet. Unas cuantas nos marchamos un poco antes de terminar porque Jeanne quería ver el partido final de las series mundiales de baseball. Según nos contaron después, hubo baile animado por la orquesta caribeña que tocaba cuando nos fuimos.
Vimos el partido en el mismo bareto donde desayunamos ayer.
Ni yo ni Sue nos enteramos de lo que estaba pasando en el juego, sólo que Washington ganó al final. Me recordó al cricket, un juego del que no entiendes nada y que parece que nunca se acaba.
Buenas noches desde Grand Cayman.
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